El cáncer de mama es la tercera forma de tumor más frecuente perros. Son habituales en perras, en las cuales el 50% suele ser maligno, en su mayoría no mortales. Por otra parte, en gatos a pesar de ser menos frecuentes, más del 85% suelen ser malignos y agresivos. Estos tumores habitualmente se observan en perras no esterilizadas o esterilizadas después de los 2 años de edad.
En las hembras esterilizadas antes del primer celo el riesgo es de un 0,5%. Si la esterilización se realiza después del primer celo o del segundo celo, este riesgo se incrementa a un 8% y un 26% respectivamente. En gatas, la esterilización a cualquier edad reduce el riesgo de tumores mamarios en un 40-60%.
DETECCIÓN
Dado que en la mayoría de las ocasiones son abultamientos que aparecen en las mamas, en su mayoría no dolorosas, su detección depende de la palpación rutinaria en casa por parte de los propietarios, y por el veterinario durante las visitas a la clínica. En ocasiones se pueden observar signos de molestia como el lamido excesivo de la zona o dificultad para levantarse. Si se infectan o se ulceran aparecerán signos de dolor, pudiendo ir acompañados de sangrado.
SIGNOS CLÍNICOS
Normalmente, los únicos síntomas que se observan es la presencia de uno o varios bultos en las mamas, siendo la ubicación más frecuente las mamas posteriores, próximas a las ingles. Otras manifestaciones consisten en secreción de una glándula mamaria, aparición de úlceras de piel sobre la una glándula mamaria, mamas hinchadas y dolorosas, pérdida de apetito, pérdida de peso y debilidad generalizada. Si hay metástasis, pueden observarse síntomas variados en función de los órganos afectados. Los tumores mamarios suelen propagarse a ganglios linfáticos y pulmones, aunque también se han descrito metástasis en abdomen e incluso esqueleto.
DIAGNÓSTICO
Si detectamos un bulto en una mama de nuestra mascota, es importante que lo examine un veterinario cuanto antes, para comenzar a actuar en la mayor brevedad posible. Es muy importante un examen físico completo para descubrir localización, tamaño y carácter de los tumores mamarios y así como evaluar si hay afectación de ganglios linfáticos locales.
Otras pruebas que se pueden realizar para determinar que tipo de tumor y donde está ubicado en el cuerpo son:
Análisis de sangre para determinar estado de salud general del animal
Ecografía y radiografías de cavidad torácica y abdomen, para detectar posibles metástasis.
Opcionalmente se pueden tomar muestras por aspiración o biopsia para examen citológico o histológico de las masas.
TRATAMIENTO
La cirugía es el método de elección para neoplasias mamarias caninas salvo que haya metástasis.
El tipo de cirugía varia en función del tamaño, localización, número de tumores y especie afectada. Dependiendo del caso, se extirpan tumores individualmente (nodulectomía), una glándula mamaria (mastectomía) o extirpación de una cadena mamaria entera (mastectomía parcial) o ambas (mastectomía radical). La intervención quirúrgica es el método recomendado y más eficaz, siempre y cuando es factible.
La cirugía puede combinarse con:
Quimioterapia, como coadyuvante, pero no suele ser muy útil.
Radioterapia: se puede utilizar en la terapia postquirúrgica o en el tratamiento de tumores inoperables o en metástasis óseas.
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