A continuación os vamos a contar un caso clínico de este peludito.
La proptosis o prolapso del globo ocular es una condición patológica que se define como salida del globo ocular de la órbita ocular, de forma que va a quedar situado por delante de los párpados, los cuales dificultaran su reintroducción.
Las causas de esta patología suelen ser traumáticas, por ejemplo peleas con otros animales o atropellos. Es mucho más frecuente en perros que en gatos aunque pueden verse casos.
Se trata de una urgencia, urgente, pues requiere de tratamiento quirúrgico inmediato por un veterinario para reducir al máximo posible, el riesgo de pérdida irreversible de visión.
El tratamiento consiste en la reintroducción del globo ocular bajo anestesia general, siempre y cuando el ojo sea viable, pues en caso contrario se hace necesaria su extirpación, procedimiento conocido como enucleación. En la cirugía, tras la recolocación del globo ocular, se procede al cierre temporal de la abertura ocular, por medio de una sutura entre el tercer párpado y el párpado superior. Esta unión se mantiene durante unas 2-3 semanas junto con terapia oftálmica mediante colirios con antibióticos, con collar isabelino.
Cierto es que aun con el tratamiento quirúrgico inmediato, el pronóstico es reservado, debido a que como consecuencia de la salida del globo ocular de su órbita, se comprometen diferentes estructuras oculares, entre ellos los músculos oculomotores y el nervio óptico, entre otros.
Algunas de las consecuencias que se pueden observar tras una proptosis son:
Esotropia u ojo desviado, como consecuencia de la rotura de los músculos extraoculares. Esto se observa porque el ojo queda desviado hacia fuera
Úlcera por exposición, al quedar el globo ocular expuesto sin la protección de los párpados, pueden producirse úlceras oculares
Falta de sensibilidad corneal
Ceguera por afectación del nervio óptico o por desprendimiento de retina
En resumen, si os ocurre este accidente con vuestras mascotas, saber que no es una urgencia que pueda esperar, pues el tiempo corre en su contra.
Recomendamos que hasta la llegada al centro veterinario que acudáis, mantener el globo ocular húmedo con gasas con suero o agua, o aplicar suero o agua periódicamente para evitar su resecamiento.
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