La piel es el órgano más grande del organismo, y una herida se puede definir como una perdida de continuidad de la piel. Se pueden localizar en cualquier parte del cuerpo, aunque en el caso de los caballos la vamos a encontrar sobre todo en extremidades.
La mayoría de las heridas por causas traumáticas suelen ser contaminadas o estar sucias-infectadas.
Muchas heridas pueden afectar a venas o arterias de modo que da lugar a una pérdida importante de sangre, por lo que será importante no solo valorar el estado de la herida sino también el estado general del animal.
El vaso afectado en ocasiones se puede localizar, pero en otras ocasiones no por lo que será importante la colocación de un vendaje compresivo o torniquete para controlar el sangrado. La herida deberá ser evaluada exhaustivamente por parte del veterinario para elegir el método de tratamiento más apropiado.
CASO CLINICO
En el caso de este caballo, la herida se originó al quedar el animal enganchado en un mallazo, de forma que se produjeron dichos cortes con alambre. En este caso hubo sección de vasos importantes dando lugar a un sangrado profuso.
Tras controlar el sangrado, se valoró el estado del animal y de la herida, continuando con una limpieza y desinfección total de la zona lesionada.
Dada la envergadura de la lesión y la pérdida de mucha piel, no se pudo llevar a cabo la sutura de la misma, optándose por el cierre por segunda intención, es decir, cierre de la herida mediante cuidados de limpieza y desinfección hasta que poco a poco vaya regenerando tejido y se vayan aproximando los bordes de la herida.
Durante todo el proceso, todo el tejido necrótico se fue retirando y eliminando poco a poco, dando una imagen más impactante pero clínicamente esto implicaba clara mejoría del estado de la herida.
Para ayudar a esta cicatrización por segunda intención, se empleo la laserterapia. Esta consiste en una técnica que emplea determinadas longitudes de onda para conseguir un efecto terápeutico. Entre los diferentes efectos que presenta se encuentran:
- Aceleración de la cicatrización
- Recuperación de lesiones
- Reducción del dolor
- Aumento de la vascularización
- Disminución de la inflamación
Esta terapia acompañada de limpiezas y curas diarias con desinfectantes compatibles, permitió conseguir un resultado satisfactorio, teniendo en cuenta el mal pronóstico inicial que se preveía.
En este caso no hubo afectación articular, situación que habría modificado enormemente la previsión de evolución de dicha herida.
En resumen, tras varios meses de terapia intensiva, complicaciones, llegó el verano y con el las moscas, con riesgo de miasis en la herida, conseguimos la recuperación clínica del animal tras aproximadamente 4 meses de tratamiento.
En resumen, la laserterapia es una técnica que funciona y que ayuda a la hora de tratar heridas de diversas características y orígenes, siendo una opción terapéutica más en heridas tanto suturadas como aquellas que no se suturan, siempre que se lleve un manejo adecuado de curas de forma concienciada por parte de los propietarios.
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