Siempre os decimos que, la prevención es la base para la erradicación de parásitos en animales y por ello, llevar un calendario de vacunación y las pautas de desparasitación por tu veterinario, es imprescindible para así garantizar la salud y el bienestar de tus animales. Pero... ¿Sabes que esto conlleva también un gran impacto económico?
Los parásitos interfieren en la productividad de las explotaciones ganaderas ya sean de bovino, porcino, ovino... Hay claras evidencias, de que una parasitosis ya sea externa o interna de los animales de producción crean pérdidas económicas a los ganaderos en el ámbito general.
Los parásitos del ganado vacuno se caracterizan por provocar lesiones cutáneas, que pueden ser más graves a consecuencia del rascado del animal. En infestaciones intensas, esto se traduce a pérdidas económicas ya que, disminuye la ingesta, la ganancia del peso y la producción láctea (en caso de darse), es decir, disminuye su capacidad productiva. Aunque es difícil de cuantificar, un estudio estimó que las pérdidas ocasionadas por estos parásitos pueden alcanzar los 2.000 millones de euros anuales.
En caso de los parásitos en ganado ovino, el impacto es igualmente negativo tanto en términos sanitarios como económicos y productivos para la explotación. Si calculamos honorarios veterinarios, costos de medicamentos y tratamientos y a ello le sumamos la baja producción que se genera por el malestar del animal, el impacto económico puede ser importante.
Pueden ser responsables del retraso en el crecimiento, la reducción de la producción, muertes... por eso es importante el mantenimiento de programas sanitarios completos de prevención y desparasitación, para así, no tener que llegar al extremo de soportar esas pérdidas económicas.
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