Hemos tenido la suerte de participar en la revista número 43 de IM Veterinaria, en su apartado "A pie de calle" junto con otros grandes profesionales de nuestro sector.
¿Cómo ha evolucionado el papel del veterinario en los últimos años? ¿Cómo ha afectado la crisis a la profesión? ¿Cuáles son los retos de futuro? En A pie de calle nos acercamos a los profesionales del sector para responder éstas y otras preguntas.
Laura Ramón - Hospital Clínico Veterinario de Cáceres
Laura Ramón es un claro ejemplo de la calidad formativa que tienen los veterinarios en nuestro país. Ella finalizó sus estudios de veterinaria en 2015, realizando, más tarde, un internado en el Hospital Clínico Veterinario de Cáceres y otro de especialidad en el Instituto Veterinario Oftalmológico de Barcelona. Por si ello fuera poco, también emprendió un posgrado en oftalmología de pequeños animales en la Universidad CEU de Valencia. “Mi trabajo diario consiste en la medicina y cirugía general de pequeños animales con especial atención a la prevención de enfermedades y a la detección precoz de patologías”. Su área de especialización es la oftalmología veterinaria. “Me dedico fundamentalmente al correcto diagnóstico de las patologías oculares y al tratamiento médico y/o quirúrgico de las enfermedades de perros, gatos y exóticos”. Una labor que requiere -como toda la veterinaria- la continua actualización de los conocimientos. “Muchos de los tratamientos se deben a los avances en medicina humana, por lo que nos estamos formando constantemente a través de congresos y cursos para poder ofrecer las mejores opciones terapéuticas a nuestros pacientes”. En concreto, destaca las técnicas de diagnóstico no invasivas como la tomografía de coherencia óptica (OCT). “Nuestro trabajo está orientado a la prevención y al tratamiento temprano de las principales enfermedades caninas y felinas”, señala Laura Ramón, y añade: “Disponemos de programas de salud que ayudan a detectar a tiempo patologías desde edades muy tempranas y a llevar un seguimiento continuo de las mascotas”. Cuando le preguntamos a Laura Ramón qué opina de la gestión del Gobierno en relación con la pandemia y la participación del colectivo veterinario es tajante: “Las autoridades podrían haber contado con los veterinarios desde el inicio, ya que hubiéramos aportado conocimientos que hubieran sido útiles para la situación”.
Llegamos, así, a una de las demandas más acuciantes para el sector: su reconocimiento social. “Aún nos queda mucho por recorrer para que la sociedad nos reconozca como sanitarios que somos, y es responsabilidad del gobierno que se nos valore como merecemos tras años de continua formación y especialización”. Labor especializada y a veces exhausta la que desarrolla el veterinario día a día en favor de la salud de todos, también los humanos. “Lo más urgente es que se nos reconozca como sanitarios para poder exigir las mismas condiciones que tienen otros compañeros del sector sanitario, y también que se siga trabajando en el convenio veterinario”. Y es ahí donde todavía queda mucho por hacer. “El gobierno debería de apoyar a las clínicas veterinarias divulgando la trascendencia de nuestra actividad en el mantenimiento de la salud de las mascotas y ofreciendo ayudas de mejora en equipamiento y planes de formación para fomentar la creación de equipos de trabajo y servicios de calidad”. Para Laura Ramón, el futuro está lleno de oportunidades siempre y cuando se siga apostando por la formación especializada. “Debemos seguir invirtiendo en la especialización desde los primeros años de carrera, pues nuestra profesión se encuentra en continuo avance y actualización”.
Leticia López - Centro Veterinario Cruz, Cáceres
Hoy en día, Leticia López está al frente del Centro Veterinario Cruz en Cáceres, pero queremos conocer cómo llegó hasta aquí, cuál es su especialidad y cómo ve la veterinaria actual. Apenas nos acercamos a su establecimiento nos invita a pasar. “Al finalizar mis estudios, estuve trabajando en el Centro de Cirugía Mínima Invasión Jesús Usón en el Servicio de Animalario. En el año 2015, comencé en el Centro Veterinario Cruz, y posteriormente adquirí la titularidad de la clínica mediante traspaso”. Los seis años que lleva como propietaria de la clínica le han valido para tener una visión de conjunto del sector. “Mi clínica diaria es generalista: paso consultas de medicina interna, medicina preventiva, asesoramiento nutricional e intervenciones quirúrgicas de tejidos blandos en caninos y felinos”. Como sabemos, la medicina interna está en constante evolución. “Mi máxima siempre es procurar la salud y el bienestar de las mascotas”. Los veterinarios, además, son clave en la prevención de las zoonosis. “Con nuestra actividad preventiva, tratamos de evitar la aparición de patógenos zoonóticos como la rabia, la leishmaniosis o la hidatosis”. Junto a ello, es esencial la tarea de educación. “Somos una pieza esencial en la concienciación de los propietarios de mascotas, lo que permite disminuir los riesgos de que se produzcan enfermedades zoonóticas”.
Y todo este trabajo ¿está valorado? “Absolutamente no. Los veterinarios no están reconocidos en ningún plan sanitario del Gobierno. Ha sido retratado en la gestión de la pandemia. La sociedad en general no valora ni conoce el papel del veterinario día a día más allá del cuidado de las mascotas”. Una contribución -la de los veterinarios a la sociedad- que no solo se debería reconocer públicamente, sino que, además, es necesaria para que la población tome conciencia de su trascendencia y consideración. “Necesitamos reconocimiento real de la veterinaria como profesión sanitaria en todos los ámbitos sociales tanto públicos como privados. A nivel legal, el principal objetivo es que se nos autorice la dispensación de medicamentos para garantizar la continuidad de los tratamientos pautados”. Y es que, según Leticia López, la ciudadanía cada vez va a necesitar más a los veterinarios por el incremento de pandemias o el mayor número de mascotas. “Las instituciones y organismos públicos deberían incluirnos en la toma de decisiones de cualquier medida que afecte a la salud pública, que abarca los campos de la salud alimentaria, la sanidad y bienestar animal y la salud ambiental”. Pero, claro está, empecemos por lo más básico: la bajada del IVA. “Nuestra profesión requiere un IVA sanitario. También es necesario controlar la venta online de medicamentos”. Leticia López tiene clara la naturaleza sanitaria de su labor diaria en beneficio del conjunto de la sociedad. “Se trata de una profesión apasionante que debería de estar respaldada por nuestros gobernantes, empezando por el consejo general de veterinarios de España. Hace unos meses nos manifestamos ante el Ministerio de Sanidad, y la respuesta fue nula. Necesitamos unión y fuerza entre nosotros para conseguir una profesión digna”.
Alicia Hernández - Clínica Veterinaria Quercus, Salamanca
Alicia Hernández nos atiende en Clínica Veterinaria Quercus, en Salamanca, para contarnos su historia: “Desde que terminé la carrera en León en 2001, no he dejado de dedicarme al cuidado de la salud y el bienestar de los animales. Después de trabajar en una clínica de animales de compañía y en campañas de saneamiento ganadero, me metí de lleno en la aventura de abrir mi propia clínica, y aquí llevo desde 2008”. Su centro se encuentra en una pequeña localidad del Alfoz de Salamanca, Villares de la Reina. “Somos veterinarios generalistas en constante formación, llevamos a cabo Atención Primaria y cirugías generales. Hacemos una intensa labor en medicina preventiva y colaboramos con compañeros especialistas”.
Una labor de coordinación que es esencial y que no siempre está presente en todas las profesiones. “Nuestro fuerte es el trato familiar y personalizado con nuestros clientes. La transparencia y la empatía son el pilar fundamental para generar la confianza necesaria en la buena relación veterinario-propietario, indispensable para trabajar juntos en la salud de su mascota”. ¿Qué nos ha dejado de bueno la pandemia? “La crisis ha reforzado el vínculo con los clientes, pues a pesar de las grandes dificultades vividas, han sentido que los veterinarios ‘de familia’ hemos seguido a su lado”.
No ha ocurrido lo mismo en el caso del trato con la Administración. “No hemos recibido ninguna consideración por parte de las instituciones públicas”, se lamenta Alicia Hernández, y añade: “Parece que todos nuestros conocimientos y capacidades son insignificantes y han sido ninguneadas”. Precisamente, señala, el gran reto de la profesión es trasladar la importancia de los veterinarios como garantes de la salud humana a través de la sanidad animal, alimentaria y ambiental. “Somos la única profesión que aúna conocimientos en todos estos campos, y no estamos haciéndonos valer de manera eficiente”.
Así, los principales retos del sector son: la equiparación del IVA con otras profesiones sanitarias, conseguir la dispensación de medicamentos veterinarios para poder evitar su adquisición en canales no adecuados, luchar contra el intrusismo profesional y aprobar una ley de protección y bienestar animal realista, esto es, “respetuosa con todas las partes interesadas y que no se base en prohibiciones”. El sector veterinario debe avanzar unido. “Necesitamos profesionales especializados a los que poder acudir cuando llegamos al límite de nuestros conocimientos generales”, reclama Alicia Hernández, y continúa: “También precisamos ayuda a nivel gubernamental con el fin de que los precios de la sanidad animal sean justos para los profesionales y accesibles para los clientes”. En definitiva, el futuro está en el One Health, situando a la medicina veterinaria en el lugar que le corresponde. “Debemos reivindicar el papel de los veterinarios de pequeños animales como profesionales sanitarios que extienden su labor desde la mascota a la salud humana directamente”.
Lucía Vicente - Centro Veterinario Los Álamos, Salamanca
Nos acercamos a Villares de la Reina, en la provincia de Salamanca, para conocer a Lucía Vicente, una joven veterinaria entregada a su profesión. Comenzó trabajando en medicina en animales salvajes realizando varios voluntariados con multitud de especies en Madrid, Holanda y Costa Rica. Más tarde decidió centrar su carrera en perros y gatos, desarrollando su labor en la clínica que había fundado su padre: Centro Veterinario Los Álamos. “Tenía muy claro desde el principio que la medicina veterinaria tiende a la especialización, por eso realicé el postgrado de clínica en pequeños animales de la UAB”. Se dedica, fundamentalmente, a la medicina interna y la medicina preventiva. “Creo que la clave para fidelizar al cliente es ofrecerle un servicio de calidad, y además saberlo transmitir”. Esto es, transparencia y confianza facilitando información de cada una de las decisiones que tienen que ver con la salud de su mascota. ¿Cómo ha afectado la pandemia a la profesión? “Vivimos momentos duros porque soportamos una alta carga de trabajo con población muy cansada y preocupada, a la vez que nos sentimos muy infravalorados a todos los niveles. Por tanto, fue muy duro mental y psicológicamente”.
Y a pesar del esfuerzo y de la entrega de todos los veterinarios en una situación extrema, aún hay quien piensa que sólo se dedican a cuidar de las mascotas. “Desgraciadamente, hoy en día, tanto el Gobierno como la población en general poseen una profunda ignorancia sobre la importancia de los veterinarios a todos los niveles. La mayoría de los ciudadanos no se plantean el concepto One Health”. De ahí que la praxis veterinaria reivindique su papel, lo cual pasa necesariamente por que se adopten algunos cambios que no dependen exclusivamente del sector, sino más bien de decisiones por parte de las autoridades. “Aún hay muchas reivindicaciones pendientes. Por citar algunas, está la importancia de la educación social, la bajada del IVA, la lucha contra el intrusismo profesional y la competencia desleal y la falta de compañerismo y corporativismo”. Para Lucía Vicente, el futuro pasa por seguir invirtiendo en la formación continua y en la especialización. “Debemos luchar por volver a ser lo que fuimos algún día: una figura seria, profesional y respetada. Y debemos luchar por ello todos los días”.
María Santana - Centro Veterinario La Salle, Salamanca
Nos acercamos a Salamanca para conocer a María Santana, veterinaria especialista en traumatología y ortopedia; neurología y neurocirugía; endoscopia y mínima invasión y cirugía de tejidos blandos. Su proyecto nació en el año 2014, cuando inauguró el Centro Veterinario La Salle. “Nuestro objetivo es ofrecer la mejor opción para la resolución de distintas patologías. En los casos más complicados, nos centramos en aconsejar y acompañar al propietario en la búsqueda de la mejor solución para aliviar o reducir al mínimo las molestias y así mejorar la calidad de vida del paciente”. ¿Qué requisitos debe cumplir un servicio veterinario de calidad para llevar a cabo estas especialidades? “Profesionales veterinarios con experiencia que ofrezcan garantías a los pacientes y una adecuada tecnología tanto en el diagnóstico por imagen como para la planificación”. El Centro Veterinario La Salle dispone de las técnicas más avanzadas como la radiología digital, la ecografía doppler, láser de CO2 o videoendoscopia. Al mismo tiempo que cuenta con un equipo experimentado y especialista. “Una de las ventajas de nuestra clínica es que contamos con tecnología puntera como TAC, único en Salamanca. Esto nos permite que otras clínicas nos remitan casos, enviándoles el informe de los resultados obtenidos en 24 y 48 horas”. Poner la medicina veterinaria en el lugar que le corresponde es otra de las premisas de esta joven empresaria. “Debemos trasladar a nuestros clientes la tranquilidad suficiente para que confíe en nosotros brindándole profesionalidad y servicios de calidad. La veterinaria en España debe ser reconocida como lo que es: una actividad de enorme trascendencia para la salud animal y humana”. No en vano, la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de las mascotas en la vida de las personas. “A partir de la Covid-19, hemos notado un aumento de volumen en cuanto a los animales de compañía”. Y es que, el paciente es considerado uno más de la familia. “De manera que el propietario quiere estar informado acerca de las patologías y las posibles opciones, aunque para ello suponga trasladarse de CCAA”. Un perfil de cliente que, además, es cada vez más exigente. “Esto explica que parte esencial de nuestro trabajo sea mantenerlo informado en todo momento con un equipo humano comprensible y en continua formación”. Transparencia y conocimiento son dos de los elementos clave para María Santana. Se despide de nosotros no sin antes advertir de la necesidad del reconocimiento sanitario de la veterinaria. “En este aspecto, aún nos queda mucho por recorrer. Somos parte del sector sanitario de nuestro país, y así debemos reivindicarlo”, asegura, y concluye: “Sin embargo, el Gobierno desde la pandemia no nos reconoce como tales, considerándonos solo en determinadas ocasiones”.
Juan Monge - Centro Veterinario Zorrilla Valladolid
Nuestro siguiente entrevistado es Juan Monge, socio fundador del Centro Veterinario Zorrilla con más de 20 años de historia. “Me dedico principalmente a la clínica de pequeños animales, pero hace muchos años decidimos dar un paso más e intentar especializarnos en animales exóticos, siendo ahora mismo una gran parte de nuestras consultas y cirugías diarias”. Gracias a la inversión realizada y al esfuerzo de un equipo bien formado, ahora mismo son centro de referencia en animales exóticos. “Es una práctica apasionante, aunque a veces ingrata por el gran número de bajas que tenemos que soportar debido a la idiosincrasia de estas especies”. Cuando le pedimos que haga un balance de la Covid-19, Juan Monge frunce el ceño: “Dimos todo lo de sí que pudimos, la veterinaria demostró su gran vocación de servicio público”. Pero, sin embargo… “las autoridades sólo se acordaron de los veterinarios para solicitar ayuda material, equipos, guantes y jeringuillas, no para saber nuestra opinión sobre una zoonosis y una enfermedad que sabemos gestionar en el contexto de manejo y transmisión en grandes colectivos”. Además de una mayor consideración profesional -justa y necesaria-, también es urgente para el colectivo resolver la problemática de la Ley del Medicamento. “Nuestros conocimientos de farmacología nos permiten saber qué medicamento y qué dosis debemos suministrar a cada caso. Asimismo, conocemos sus efectos secundarios, cómo tratarlos, qué alternativas hay, dónde adquirir estos medicamentos, etc. En definitiva, sabemos diagnosticar, pero también sabemos tratar”. Y es que, asegura, gran parte de la sociedad no entiende el Real Decreto. ¿Cómo lidiar con todo ello además de con un cliente cada vez más exigente e informado? “Debemos ofrecerles un trato empático, formarnos día a día y poder competir con fondos de inversión y la creación de grandes hospitales que están llegando a nuestro sector, pues no todos podemos o queremos formar parte de un gran grupo empresarial”. Y es que, la veterinaria en España presenta altas cotas de excelencia. “Quiero destacar el gran nivel profesional que, desde unos años a esta parte, se está desarrollando en nuestro país, que no tiene nada que envidiar a otros países”, señala Juan Monge, y añade: “Me siento orgulloso de cómo trabajamos y de nuestros especialistas”. Otro caballo de batalla es el de la bajada del IVA veterinario. “Esperemos que podamos solucionar de una vez por todas esta carga impositiva injusta se mire por donde se mire”.
Noelia Pérez - Clínica Veterinaria Noelia Pérez Rivero, Salamanca
Desde que se licenció en 2009, Noelia Pérez ha desarrollado el ejercicio de su profesión desde diferentes ámbitos. Comenzó trabajando para calidad en un matadero, más tarde en una clínica ambulante mixta atendiendo a animales de producción y pequeños animales, para después abrir las puertas de su propio centro especializado en pequeños animales. “En estos últimos años, la demanda ha crecido muchísimo, y ahora estamos adaptándonos y dando servicio en un local mayor y con mejores condiciones para nuestras mascotas”. El ámbito rural condiciona las características de la praxis profesional, de forma que Noelia Pérez realiza medicina general, esto es, desde una vacunación hasta derivar determinados servicios a especialistas. “Cuando nos encontramos con algún tema más concreto, remitimos a compañeros especializados o los que realizan su especialidad ambulante”. Novedades y avances en medicina veterinaria siempre hay, ¡es una actividad viva! Pero si le pedimos que destaque alguna singularidad de su profesión, esa es la formación. “Es básico hacer cursos y actualizaciones que te permitan estar al día. En mi caso, siempre estamos dispuestas a realizar nuevos aprendizajes, ya que es la única manera de conocer las innovaciones que luego aplicamos en nuestra clínica”.
Concienciar a la población de la trascendencia de garantizar la salud de los animales no debería estar en duda. “Hoy día, necesitamos sensibilizar mucho a la población en nuestro ámbito con todo el tema de restricción de antibióticos, para poder estar a la altura de nuestras legislaciones”. Un colectivo que ha sabido dar la talla en los momentos más difíciles. “Durante la pandemia, no hemos dudado en abrir la persiana y atender a todo el mundo. Con todo, ni el gobierno ni parte de la sociedad ha sabido reconocerlo. Creo que ahí tenemos mucho que hacer para trasladar la importancia del concepto One Health”. De manera que la demanda más urgente para el colectivo es que se valore en su justa medida la contribución de la veterinaria a la salud en general. “En definitiva, que las autoridades reconozcan nuestro vínculo con la sanidad considerándonos profesionales sanitarios”. Para Noelia Pérez, esta es la clave de cara a los próximos años. “La sostenibilidad del sector empieza por la ayuda a través del Gobierno y de las autonomías en cuanto a que se instaure unas cuotas mínimas obligatorias a cumplir, y que de ahí para adelante cada clínica sabe si su clientela responde a aceptar una subida, ya sea por calidad de servicio, rapidez o por cualquier otro motivo”. La medicina preventiva es el futuro no solo de la veterinaria, sino de cualquier especialidad sanitaria. “A la prevención hay que sumarle la reducción del uso de antibióticos, lo que nos permite ofrecer mayor seguridad y bienestar a nuestros animales”.
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